jueves, 1 de marzo de 2012

CATARATAS DE IGUAZÚ. BRASIL (2)

Cataratas de Iguazú
Hotel das Cataratas. Lado Brasileño. Foto Susana Hermano

Las Cataratas de Iguazú están situadas en el Parque Natural de Iguazú que pertenece a Brasil y Argentina, y están muy cerca de la frontera de Paraguay, por ello al lugar donde desemboca el rio Iguazú en el Paraná, se le llama Las Tres Fronteras.
Las cataratas cuentan con 275 saltos de agua, el 80% situados en el lado argentino. Se pueden visitar por los dos lados e iremos recorriéndolos a lo largo de este capítulo y el siguiente. El primero para el lado brasileño y el segundo para el argentino. El salto de mayor caudal, “La Garganta del Diablo”, cae desde  80 metros de altura y tendremos ocasión de verlo desde todos los ángulos, -aunque ninguno mejor que esta vista aérea- cuando visitemos el lado argentino. Es una visión sencillamente impresionante, especialmente a las personas que como yo, han dependido toda su vida de tener abundancia de agua puesto que soy arrocero y en una zona donde el abastecimiento de agua para riego es muy incierto, por causas de una mala gestión de la Administración en su almacenamiento y distribución.


Catarata de "La Misión". Foto Susana Hermano

Estas fotografías, tomadas por Susana en Marzo de 2004 desde el Helicóptero, las hemos escogido porque son espectaculares y además nos recuerda la película "La Misión". Por la catarata grande de la izquierda de la imagen, junto a la Isla  de San Martín, es por donde cae el misionero atado a la cruz, rechazado por los indígenas Guaraníes, en los primeros intentos de Evangelización. Primero vi la película y posteriormente, en 1994 tuve ocasión de visitar las cataratas como ya contaremos más adelante. Realmente tras visitar las Cataratas y las Reducciones Jesuíticas es cuando pude apreciar con total claridad los valores de la película: la evangelización, enseñanza y defensa de los Indígenas por los Jesuitas y el miedo de España y Portugal al potencial de un hipotético ejército guaraní comandado por Jesuitas. Todo esto unido a la ambición de las coronas europeas por los tesoros y posesiones de La Compañía de Jesús, provocó la supresión de la Orden y la encarcelación de su Padre General en el Castel San´Angelo hasta su muerte. La película ambientada en las cataratas descarna el trato vejatorio y la utilización de los Guaraníes como esclavos de los Adelantados de la corona española y el tráfico de seres humanos para la esclavitud por parte de los portugueses que no respetaron el Tratado de Tordesillas - ni tampoco el de Madrid de 1.750- y utilizaron como fuerza de choque a sus "bandeirantes" que se apoderaron de una buena parte del Gran Paraguay que iba siendo abandonado por los acosados guaraníes. Estos "bandeirantes no eran otra cosa que bandidos y criminales con "patente de  corso en tierra" de la corona portuguesa, para ir ampliando las posesiones de los portugueses en Sur-américa, como más tarde la tendrían los piratas, "corsarios de la corona británica, con patente de corso en el mar", que robaron una buen aparte del tesoro que los españoles traían de sus territorios conquistados y que sirvió especialmente para financiar las guerras de religión que España lideraba para imponer el catolicismo en una Europa cansada de los atropellos de Papas, Cardenales, Obispos y otros acólitos de Roma.Tras la Gran Guerra del Paraguay contra la Triple Alianza los brasileños "remataron la Faena" compartiendo con Argentina los jugosos pedazos de tierras arrancados a Paraguay y que aún hoy conservan.














Centro de recepción.
A primeras horas de la mañana estábamos en el Centro de Recepción de visitantes para recorrer la zona. Habíamos dormido en Foz de Iguazú, Brasil, en el hotel Inn Internacional, donde al llegar nos esperaba el Director con una "caipiriña" para cada uno, que nos ofreció como muestra de atención especial a los turistas.

Restaurante de las avispas
Esta foto corresponde al final del recorrido matinal ya que habíamos llegado al restaurante brasileño situado junto a la garganta del Diablo más o menos a hora de comer. Al fondo, junto al hombro izquierdo de Ángel, puede verse la bruma levantada por la enorme cantidad de agua vertida por el conjunto de cataratas que conforman La Garganta del Diablo. El restaurante, aunque deje mucho que desear, es un sitio obligado ya que no existe otro lugar cercano donde comer.

Compartiendo comida con las avispas y la Garganta del diablo al fondo.
Una vez sentados, tras pasar por el self-service, habíamos abierto una coca-cola para entretener a las avispas mientras nosotros comíamos. Este truco ya lo había aprendido en la visita que hice en 1994 con Olavo y Otilia. A pesar de las avispas y la endeble calidad de la comida, el lugar tiene un encanto especial, fácilmente apreciable en las fotografías. Aunque estábamos en el invierno Austral, la situación semitropical de las Cataratas nos ofrecía un clima benigno y agradable como se puede observar por los chalecos de Mari y Amparo

Mari y la tremenda Garganta al fondo
En esta se observa mejor el inicio de la Gran Catarata. Este día, posiblemente sería el más claro de cuantos visité Iguazú, en los distintos viajes, pero sólo visitamos la parte brasileña donde las posibilidades fotográficas son muy limitadas. En cambio en las dos veces que estuve en la parte Argentina, donde están la mayoría de las cascadas, tuve la mala suerte de llegar en días nublados y brumosos, que es lo normal para esa zona, donde la caída de agua es muy abundante -entre 1.000 y 20.000 m3/seg- y desde alturas de hasta 80 metros. Las brumas producidas por la cascadas se pueden ver desde el avión a muchos kilómetros de distancia.

Mirador parte brasileña
Esta es la pasarela de la parte brasileña que llega casi hasta el cauce del río para poder ver una buena parte de la Garganta del Diablo, desde abajo. En otras fotografías de la parte argentina la veremos desde arriba, como también se pueden apreciar en las fotos aéreas de Susana.


Mirador inicial con el cañón de la Garganta al fondo
Este mirador al inicio del paseo brasileño nos ofrece una visión general de las cataratas más importantes de ambos lados. En este lugar Ángel nos abandonó y realizó todo el recorrido hasta el mirador final, por la carretera paralela, y que discurre mucho más plana y sin empinadas cuestas. Le temía a un fallo de su rodilla, sin embargo ya sabéis , si sois seguidores del blog, que no renunció en Machu Picchu a pesar que era mucho más peligroso.

Vista posterior desde el Mirador.
Desde acá podemos ver el rió Iguazú lo relativamente  tranquilo que iba aquel día ya que no llevaba mucha agua. La cantidad de agua que bajan por las cataratas es enormemente variable y pueden variar un metro de altura en un par de días. En ninguno de mis viajes tuve la suerte de poder ver las cataratas en su máximo esplendor, lo que si he podido ver son los pasillos destrozados por la altura del agua en esas avenidas.

Descansando satisfechos.
Tras la larga caminata, unos momentos de reposo. La cara de satisfacción de Mari-Carmen hace innecesario explicar cómo se pasa viendo una de las más llamativas maravillas de la naturaleza, acompañada por unos buenos amigos y por su compañero de toda la vida

Iguazú 1994

Desde lado brasileño con la Garganta al fondo y a la izquierda
Es una pena que nos hayan cortado los pies en esta preciosa postal que nos hicimos en nuestro primer viaje a Iguazú. Estábamos celebrando nuestras Bodas de Plata unos meses después de la honomástica, pues esta foto es de Agosto del 94 y los 25 años de casados los cumplimos en Diciembre del 93.
En estas fechas yo estaba en Paraguay, para llevar a cabo un proyecto de arroz en el Chaco, y teníamos el mes de Agosto libre pues estábamos esperando la maquinaria que estaba embarcada. Mientras esperábamos, D. Angel Cavanagh, director de la empresa con la que íbamos  a trabajar, y que al poco tiempo se convirtió en  un amigo entrañable, para toda la vida,  nos había dejado su coche y un bungalow en la casa donde íbamos a residir en Asunción. Aprovechamos los días libres hicimos una tourné por la parte Oriental del Paraguay con mis buenos amigos Olavo y Otilia, visitando Ciudad del Este, Iguazú, Itaipú, Encarnación, la Reducción Jesuítica de Trinidad y algunos pueblecitos de Misiones con obras dirigidas por Jesuitas y ejecutadas por Guaraníes como Yaguarón, con su magnífica Iglesia, o San Ignacio.

Margen izquierda (Brasil) tomada desde la carretera superior.

No vamos a repetir las fotografías que posteriormente se ven mejor, pues están realizadas con mejores cámaras y no están tan deterioradas por el tiempo y la humedad, como éstas.

Mari-Carmen, Otilia, Olavo y Pepe. Mirador, Brasil
¡Qué suerte la nuestra! Contábamos con nuestro amigo Olavo como compañero y guía, en aquella época Director General de los Paradores Nacionales del Paraguay, que nos llevó por todo el recorrido, que ya iremos desgranando cuando escribamos sobre esos lugares, y que nos ilustró sobre todos y cada uno de los lugares visitados ya que , como su papá, es poseedor de una cultura enciclopédica.

Al fondo vemos el lado argentino.

Esta podía ser otra postal si los colores no se hubiesen difuminado por el tiempo y especialmente por la humedad de Isla Mayor, donde he tenido guardadas miles de fotos durante muchos años y algunas de ellas han quedado totalmente deterioradas, especialmente las que revelé en Paraguay con el sistema recién inventado de "revelado en una hora", cuya fijación de la imagen deja mucho que desear. Lástima que cientos de fotos del Chaco no han quedado para ser digitalizadas, pero no nos lamentemos por las perdidas y elegrémonos por las que quedaron.

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