De paseo por la Plaza de las Madres de Mayo.
Aquí apreciamos el pórtico de entrada cubierto por un frontis, que se puede ver en la foto anterior y que recuerda los templos griegos y romanos. Realmente la catedral posee rasgos de románico como también de otros estilos, consecuencia de los diversos estilos en sus tiempos de construcción.
Me llamó mucho la atención el doble pórtico o nártex, que es un figura arquitectónica propia de templos clásicos pero no recuerdo haberlo visto en otras catedrales europeas, y aunque no soy un experto, ni muchísimo menos, sí he visto más catedrales que alos curas.
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Biblioteca Nacional de Buenos Aires |
Aquí, ante la Biblioteca Nacional de Buenos Aires, posan Maricarmen, Amparo y Angel, durante la parada del Tour por la ciudad que tomamos el primer día de estancia para que nuestros compadres se hicieran una idea general de los sitios más interesantes de la ciudad ya que sólo íbamos a estar los días del fin de semana y no había tiempo para realizar una visita exautiva .
Aunque la Biblioteca Nacional se crea en 1810, éste edificio moderno lo inauguró Carlos Menen en 1992.
Con Evita Perón.
En ésta, la fotógrafa, discípula de Robespierre, no le gustó la cabeza de Evita Perón y la "guillotinó". En cambio para mi es un personaje fascinante -a pesar que tal vez fuera más populista que demócrata- y admiro la facilidad que tuvo de ganarse al pueblo argentino, convirtiéndose de actriz a política de primer nivel, luchando por la igualdad de las mujeres, consiguiendo su derecho al voto y otros derechos hasta entonces no reconocidos como la igualdad política de hombres y mujeres, que se complementó con la igualdad jurídica de los cónyuges y la patria potestad compartida, avances que nunca fueron reglamentados. El texto fue directamente escrito por Eva Perón.
Barrio de la Boca
Barrio de la Boca
El Barrio de la Boca, encantador lugar pintado de colores llamativos, tradición que se conserva desde que las casas donde vivían los trabajadores de los astilleros las pintaban con la pintura que podían "agenciarse" de restos que sobraban de pintar los barcos. Al final de la calle, que se llama Caminito, se encuentra una tienda de souvenirs que también es lugar de visita obligada. Además de infinidad de regalos típicos tiene una gran cantidad de piezas de orfebrería con "rodocrosita" que es la piedra típica por excelencia de Argentina, como lo puede ser la "olivina" de Canarias. Arriba de la tienda otro lugar destinado a Show de tango que también disfruta del mismo nombre.
Caminito es una calle museo y un pasaje tradicional, de gran valor cultural y turístico, ubicado en el barrio de La Boca. Este barrio bohemio es un estupendo lugar para pasar una mañana soleada como la que se aprecia en la foto. Casi con seguridad aquí se crea el primer fuerte para iniciar la conquista del Río de la Plata, como se llama después a la unión del Río Uruguay y el Paraná y que en sus desembocaduras crean el delta del Paraná. El nombre de rio de la Plata fue por causa de la plata encontrada entre los indígenas del lugar y que seguro procedía de la primera expedición rio arriba que fue atacada y destrozada al retorno, como también lo fue el fuerte.
Por la noche fuimos a ver bailar el tango al Viejo Almacén, lugar obligado en todas mis visitas a Buenos Aires. Eso sí, me permiten cambiar de sitio pero de la noche de tango no he podido librarme nunca a pesar de que no puedo recordar las veces que hemos estado por Buenos Aires.
A continuación intercalo la nota que me envía mi compadre Ángel sobre la experiencia de aquella noche:
Fuimos al equivalente en España de una sala de fiestas; llamada El viejo almacén. Nos obsequiaron con un espectáculo, magnífico, profesional, con bailes, milongas y tangos. Muy bueno. Lejos de nuestro folklore enlatado, automatizado, con el que mantenemos a duras penas la España de pandereta que les endosamos a los turistas de Despeñaperros para arriba.
Allí no. Actuaron muy bien. Me impresionó un tango arrabalero que hablaba de un loco que corría por las calles pregonando a gritos la corrupción de los políticos y mandamases. Pelo largo, alborotado, que decía que era donde anidaban las alondras que continuamente revoloteaban alrededor de su cabeza. Ya se sabe; los niños, borrachos y locos pueden gritar la verdad sin problemas. ¡Anda que aquí les iba a faltar material!
El Tigre
El Delta del Paraná ocupa una extensión de 1.750.000 has y tiene una longitud superior a los 300 km.
Finaliza en el Mar del Plata, que a pesar de su nombre su agua es dulce y sigue siendo dulce algunos kilómetros hacia el interior del Atlántico. El Mar del Plata, al fin y al cabo es un estuario del Paraná que tiene 290 km. de largo y más de 100 de anchura, siendo considerado en estas costas el río más ancho del mundo. La boca de la desembocadura mide 219 km y esta entre Cabo de San Vicente, Argentina,y Punta del Este, Uruguay.
El grave problema del estuario es que llegan cada año más 57.000 Hm3 de lodos y limos, lo que significa, si no recuerdo mal, que en un solo año colmataría todos los embalse que tenemos en España. Esta acumulación de limos que viene de toda la cuenca, que en total suma unos 3.300.000 km2, y que suma el río Paraná, el Uruguay, el Paraguay y especialmente el Bermejo que recoje las aguas de la ladera este de los Andes Bolivianos y su aportación de lodos es la mayor de toda la cuenca .
Aquí estamos subidos en una especie de catamarán de quilla plana, donde además de pasearnos por toda la zona, antiguamente utilizada para propiedades de recreo hoy abandonadas, nos dieron de comer y cerveza no nos faltó. "Un Queo" dijo me compadre Ángel. Traducido: El paseo por la zona, donde poco a nada había que ver, no valía la pena como para perder una de las pocas mañana de las que disponíamos en Buenos Aires.
Río de la Plata y Mar del Plata.
En esta magnífica foto satelital de Wikipedia podemos apreciar: el estuario o Mar del Plata, donde se distinguen las ciudades de Montevideo y Buenos Aires. El río Uruguay, que desemboca casi en el estuario, a cuya la derecha está la nación homónima y a su izquierda vemos el delta del Paraná. Entre los dos ríos se sitúa la Provincia Argentina de Entre Ríos y en su cúspide vemos un lago que debe ser Yacyretá en un momento de máximo nivel, cuando sus aguas se desbordan por los bañados de Corrientes. Si seguimos el curso del Paraná hacia la derecha y hacia arriba vemos dos zonas de distintos colores: a la derecha del río (mirando la imagen) esta la boscosa y verde provincia de Misiones, Argentina, y a la izquierda vemos la amplia zona transformada, por los brasiguayos para cultivo, perteneciente a los Departamento de Itapua, Alto Paraná y Canindeyú. Si volvemos a la unión del Paraná con el rio Paraguay, y seguimos hacia arriba el curso de éste, relativamente cerca está la desembocadura del Bermejo, cuyos sedimentos acarrean graves problemas a la navegación de toda la cuenca y a la derecha, se aprecia, aunque muy leve, el río Tebicuary, cuya cuenca baja conozco desde hace veinte años, más que mi propia zona del Guadalquivir. Subiendo un poco más nos encontramos a la izquierda el Pilcomayo, río caprichoso y que desaparece en algunas estaciones y la poca agua que queda es peleada por paraguayos y argentinos sin que exista un criterio de regulación serio. Frente a la desembocadura vemos la manchita, un poco marrón, que pertenece a la ciudad de Asunción.
Creo que este precioso árbol es una araucaria, pero soy incapaz de saber cuál es, de las 19 especies conocidas. He visto otras dos iguales en un solar de Pilar, Argentina, que fui a ver para intentar realizar alli un proyecto de construcción -no para mi- que se llamaría "Residencial Araucaria". Afortunadamente no se realizó, pues al poco tiempo vino la hecatombe, que si bien en Argentina no fue tan grave, también sufrió la recesión en las zonas residenciales.
En casa de Ángel Cavanagh
Maricarmen, Sol Cavanagh y Pepe
Aquel Domingo fuimos a comer a casa de nuestros amigos Ángel Cavanagh y María Campos que viven en Buenos Aires. Casualidades de la vida, ellos estaban por Europa mientras que nosotros estábamos comiendo en su casa con sus hijos que nos recibieron como siempre, es decir, como si fuéramos de su familia. Y así me trataron durante los dos años que viví en Paraguay alternando el Chaco, donde residía en la casa Directorio, reservada exclusivamente para los jefes y sus invitados directos, y en Asunción en el pequeño bungalow que enseñé en el capítulo destinado a Asunción.
En la foto superior estamos con Sol, que hoy ya es médico y sigue siendo un sol, que cuando estábamos en Asunción ella tendría doce o trece años. En esta época de la foto estaba estudiando medicina.
Aquí Maricarmen y yo estamos en el magnífico jardín de césped que rodea la casa solariega de la familia Cavanagh. Era una lástima que no pudimos ver a Ángel y María pero cundo programamos el viaje ellos ya tenían las reservas para pasar unos días en La Costa Azul con unos amigos y no había manera de hacer coincidir las fechas. Desde entonces hemos tenido la suerte de vernos un par de veces en España y otro par de ellas, en la "casita de campo", que tienen en Lujan. ¡Que precioso lugar y que días tan agradables pasé alli con ellos un par de veces que por trabajo fui a Uruguay y de paso fui a verlos!
El grupo que nos reunimos: A mi lado Macarena, Maricarmen, Sol, Christian con su esposa y su hijo, un amigo de Macarena que se fue a la Patagonia y por allí se quedó, Ángel y Amparo. Faltaban María y Fátima las hijas mayores que estaban de viaje y los dos pequeños, Belén y Gonzalo que no recuerdo por dónde andaban. Pero el día fue inmejorable, comimos muy bien y descansamos un rato, pues al día siguiente por la tarde nos tocaba viaje de vuelta a España.
Esta foto de Christian me recuerda una anécdota curiosa que me había pasado 3 años antes cuando tuve la brillante idea de llevarle un regalo de bodas "especial" En Sevilla tenemos una fábrica muy famosa de porcelana, "La Cartuja", que entonces estaba cerca de la suspensión de pagos e iban a cerrar definitivamente. Bueno no llegó a cerrar definitivamente pero desde entonces ya ha pasado por dos o tres episodios de muerte y resurrección, hoy todavía, el final no lo tiene nada claro. Pues el caso es que en casa nos gusta mucho esa vajilla de la Cartuja y pensamos que sería un regalo oportuno, dado el nivel de deuda afectiva que tenía con ellos por los dos años que me trataron como tío de los pequeños. Así que compro mi vajilla y la empaqueto en papel de periódico para evitar roturas, en dos bolsones de mano enormes. La subimos al avión, en cabina, tras pedir permiso a las azafatas -eso hoy sería imposible dado lo llenos que van siempre los aviones- y el problema llegó después de aterrizar. En ese viaje yo iba a Tucumán con Javier -menos mal- para ver los plantones de fresas y con Miguel Ángel para estudiar la posibilidad de hacer un negocio de algodón en Santiago del Estero. Al bajar del avión tomé un bolsón y Javier el otro, más de cuarenta kilos cada uno. Íbamos rojos por el esfuerzo, pero muy tiesos, como si nada, sólo nos faltaba silbar haciéndonos los despistados y nos dirigimos a la fila de "nada que declarar". ¡Albricias! aquellos aduaneros miraron para otro lado y nos dejaron pasar. Ya lo he aseverado con anterioridad, no todos son unos estirados impresentables.
Lo cierto es que le dije a María: si vuelvo con otro regalo de bodas para otro de vuestros hijos no será de tamaño mayor que un bolígrafo.
Y con esta anécdota doy por terminado el relato de nuestro viaje Rio de Janeiro - Iguazú - Asunción - Buenos Aires y mucho me temo que con el frío polar que azota nuestras economía y mi bolsillo, el próximo se me pierde en el horizonte. Eso sí me quedan otros muchos que contar y creo que el próximo capítulo va a ser "Las Aventuras de Pepito en el Chaco Paraguayo"
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