sábado, 24 de marzo de 2012

EL CHACO PARAGUAYO (6) PUERTO CASADO.

El Gran Chaco

El Gran Chaco.

La Región del Gran Chaco es una extensa llanura boscosa, el segundo bosque del planeta después de la selva Amazónica, que cubre una superficie de 1.510.000 km2 distribuidos entre los siguientes países: Paraguay (el 20%), Argentina (el 55%) Bolivia (el 25%) y Brasil (el 5%).
El rio Pilcomayo, que sirve de frontera entre el Sur de Paraguay y el norte de Argentina, lo corta prácticamente por la mitad. El Norte llamado Chaco Boreal, pertenece a Paraguay, Bolivia y Brasil y del que hablaremos ampliamente en otros capítulos, por mi estancia de dos años en el Chaco Boreal con un proyecto arrocero, y al Sur del Pilcomayo están el Chaco Central y el Austral, ambos argentinos.


Angel Cavanagh y Pepe camino del Beni. Chaco boliviano
Del Chaco boliviano conozco muy poco ya que mi viaje al Este de Bolivia con mi amigo Ángel Cavanagh, a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, para visitar zonas arroceras del Chaco, fue breve y apenas suficiente para ver las similitudes del lugar con las áridas partes del chaco paraguayo. Por cierto que coincidimos en Santa Cruz con el día de elecciones generales y tuvimos que comer regando nuestra carne con chicha y los desplazamiento por la ciudad tuvimos que hacerlos todos a pie pues los taxis no circulaban ese día para evitar que algunos "listillos" pudieran votar en tres o cuatro sitios de forma consecutiva..
También el Chaco Central de lado argentino  tuve ocasión de conocerlo un poco mejor con mi visita a Santiago del Estero, para estudiar la posibilidad de hacer algunas campañas de acopio de algodón y desmotarlo en una cooperativa del lugar. Lo cierto fue que en esa parte del Chaco argentino cuando iba a los campos a ver la posible compra de la cosecha de algodón, lo que era una constante en cada visita,  era la oferta de venta de las tierras por parte de los agricultores que estaban arruinados por los años de sequía. Y es que todo el Chaco es muy productivo si tienes control sobre el agua, de lo contrario son zonas en la que pensar en agricultura es un riesgo muy alto. También en 2008 tuve ocasión de visitar la parte oriental del Chaco Central viendo como habían transformado las tierras par realizar plantaciones de algodón y soja. El problema seguía siendo el mismo, la falta de lluvias de ese año había causado graves pérdidas en la cosecha.

Santiago del Estero. Chaco Central. Algodón evidentemente estresado por la sequía.
El clima chaqueño es muy variado en función de longitud y latitud. Como el Trópico de Capricornio atraviesa Puerto Casado, donde yo he residido durante dos años,  esa parte del Chaco disfruta de un  invierno muy suave y un verano larguísimo. Tanto es así que siendo el arroz una planta de verano pudimos hacer dos cosechas en un solo año . Cuanto más al sur, ya en Argentina, es más frío en invierno y más caluroso en verano, llegando a temperaturas cercanas a los 50º centígrados. Mientras tanto en Tarija, cerca de Santa Cuz de la Sierra, es muy fácil bajar de los 0º, en invierno.  En cuanto a la pluviometría es también muy irregular, contando con unas precipitaciones anuales cercanas a los 1000 m/m, cerca del río Paraguay y Paraná hasta descender a menos de la mitad conforme nos vamos acercando a su limite occidental, de ahí los problemas que tenían en Santiago del Estero.
De todos los pueblos  originarios del Chaco sólo  conozco a: 
-Los Ayoreos, que conviven con las colonias Menonitas y que una parte de esa etnia, los Totobiegosode, todavía vive libremente en la selva y se niega a contactar con la civilización. 
-Los Maskoy que eran del centro chaqueño, cercano al Pilcomayo, pero que fueron llevados a Casado para trabajar en la fábrica de tanino, en las estancias, y en los obrajes. A los Maskoy tuve la oportunidad de conocerlos mejor pues los tuve trabajando en el arrozal y además tenían un "pueblito" dentro de núcleo poblacional de Puerto Casado.
-Los Chamacocos, de los que sólo recuerdo a una bella indígena (¿sería mestiza?) en una visita a  Fuerte Olimpo, donde me encontraba de visita acompañando a nuestra ex-embajadora en Paraguay, Asunción Ansorena, que era mujer excepcional, a la que Maricarmen y yo apreciábamos profundamente, y que ya no está entre nosotros. Y volviendo a la chamacoco, que fue una aparición mientras comía el mejor soupe de surubí de mi vida, junto a la embajadora y el Gobernador del Alto Paraguay, su fugaz contemplación me dejó, literalmente con la boca abierta, al pasar delante nuestra con unos pantalones vaqueros cortados a finas tiras  horizontales y con amplias ventanas, desde la rodilla hasta media cadera. Ya quisiera Chanel, Dior, Versache, etc. producir ese impacto sensual con sus sofisticadas prendas.
- A otras etnias, como, los Toba, Mbya, Guaraní, Maka, etc., los conozco de otros lugares del Paraguay y especialmente de verlos vendiendo sus artesanías en las ciudades. Pero de cada uno de estos temas esbozados ya hablaremos  cuando escribamos sobre las “aventuras del Chaco”.

Olavo y Maricarmen. Llegada al Internacional.
Y retornamos al viaje de 2003 con Ángel y Amparo. Desde Encarnación a Asunción también fuimos en autobús para poder conocer los paisajes paraguayos de la región Oriental. Por cierto que al subir al autobús había un  joven indígena intentando venderle un pack de peines a mi compadre Ángel. Ya cansado de decirle que no al indígena maká, le espetó: ¡Pero qué poco futuro comercial tienes muchacho, para qué puñetas quiero yo un peine si no tengo pelos!. Después de seis o siete horas de viaje llegamos a la estación de autobuses donde nos esperaba Olavo que nos llevó al Hotel Internacional, lugar en el que nos había reservado habitaciones para unos días, en dos períodos diferentes, pues enseguida saldríamos hacia Puerto Casado en un Land Cruiser, con más mili que Cascorro, que nos había alquilado a muy buen precio.

El Chaco Paraguayo, parte del Chaco Boreal.


Binomio típico de Paraguay. Casa o cabaña - árbol.
Ya en la carretera trans-chaco, que nace en Asunción y finaliza en Bolivia, tuvimos nuestra primera parada obligatoria a unos trescientos kilómetros de la salida. La carretera estaba  mala, muy mala, con baches cortados "a pico" y algunos sin posibilidad de esquivarlos. Así que de pronto, booom, reventón de la rueda trasera izquierda. Suerte que cerca de alli había un grupo de "personales", como alli se llama a los peones, que al ver nuestros apuros decidieron enviarnos una ayuda. Menos mal, ya que la rueda de repuesto, bajo el chasis en la parte trasera, cogida (más bien atornillada ya que aquí "coger" tiene otra acepción más prosaica) con unos tornillos que  estaban  más duros que los pies de los Maskoy que vivían cerca de la carretera o pasaban caminando sin mirar a los lados. La choza hecha de troncos de karanda´y, una de las especies de palmeras chaqueñas, con techos del mismo material pero cortado por la mitad y vaciado de forma que son tejas de madera que cubren medio techo. En este caso que vemos en la foto estaba modernizada y tenía una lona encima para cubrir las enormes brechas que los palos dejan en el techo al secarse. Pero siempre estará bajo un árbol, pues la vida tiene lugar bajo la sombra de su cobertura, el techo de la choza sólo para dormir y para mejor cumplir (según la filosofía Jesuítica de la campana) a la mayor gloria de Dios.

Parada a comer en el Cruce de los Pioneros.
Este restaurante, situado a unos cuatrocientos kms. de la capital, es para nosotros un enclave estratégico en nuestros viajes desde Asunción a Puerto Casado. Desde mi primera visita, en Octubre de 1992, cuando la Trans-chaco asfaltada terminaba muy cerca de este lugar, y el camino a Puerto Casado era una simple "picada" -es decir, el trozo de selva  que deja libre la topadora apartando los árboles a derecha e izquierda-, hasta mi anterior viaje en el año 2000, siempre este restaurante estuvo dirigido por un sr. Suizo (cuyo nombre no recuerdo) que lo mantenía limpio y aseado y se podía parar tranquilamente a comer, sin pensar en el urbasón, e incluso a pernoctar, ya que contaba con un hotelito moderno, limpio y con aire acondicionado, que en el lugar no es ningún lujo, sino una acuciante necesidad si pretendes descansar. Pero el día de la foto no estábamos de suerte. El dueño había cambiado y el suizo se había llevado con él; orden y limpieza. Comimos no recuerdo qué cosa, pero nos juramos no volver y así lo cumplimos, lo que me costó una lipotimia a la vuelta, como ya contaré más adelante. Compramos algunas latas en el supermercado de allí, por si acaso, y dejamos la carretera asfaltada para recorrer los 260 kms. de tierra que nos quedaban.

Cruce de los Pioneros.
El nombre del restaurante: Cruce de los Pioneros, le viene porque allí alrededor se establecieron los primeros colonos Menonitas que llegaron al Chaco los primeros años del siglo XX. Su llegada al Chaco fue la consecuencia directa de un encuentro entre Carlos Casado del Alizal -personaje histórico imprescindible para entender la historia de la región y del que también contaré su historia, cuando llegue el momento- y unos menonitas que venían en el mismo barco, en 1925,  desde Europa a Sur-américa y desde alli a Canadá donde ya estaban establecidos. Carlos Casado les vendió tierras en el centro del Chaco Boreal, donde no había nadie establecido y en un lugar que para llegar desde el rio -el mismo recorrido que vamos a hacer esa tarde- tardaron más de un mes con sus carretas y enseres y eso que el ferrocarril de Casado les llevó hasta más de la mitad del camino. Alrededor del cruce han fundado tres pueblos: Loma Plata (3.500 habitantes), Filadelfia (5.000)  y Neuland (3.500). También merecen un capitulo especial los menonitas, su religión y sus logros, que queda para otro momento.

Indio Maskoy y Pepe en bicicleta.
En la foto podemos distinguir perfectamente la vegetación típica chaqueña, parte derecha, y cómo queda tras su limpieza para utilizarla como campo ganadero.
Ahora tengo que incluir, por derecho propio, el relato de mi compadre, Ángel Boix,que narra la imagen superior (tomada por Amparo) donde yo pretendo ir hasta la estancia próxima, que no se ve, para solicitar ayuda.
¿Qué hacíamos nosotros; mi compadre, su mujer, mi esposa y yo en medio del Chaco?, o sea en medio de la selva paraguaya; en medio de ninguna parte, a muchos kilómetros de la civilización. Hoy sigo preguntándomelo. Pretendíamos llegar a un poblado ribereño del Rio Paraguay donde mi compadre había llevado a cabo un proyecto de cultivo de arroz. Puerto Casado. ¡Vale! El camino era una versión del infierno en forma de polvo, baches, peligrosos tramos. Si el infierno está en la tierra, limita al norte con el camino del Chaco a Puerto Casado.
Para colmo de nuestros males, al atardecer, la sufrida camioneta dice:”hasta aquí hemos llegado y se paró”. La perspectiva de pasar la noche en la selva dentro del coche no era halagüeña. Desde lejos vimos venir hacia nosotros a un ciclista haciendo grandes esfuerzos. Era un nativo:  ”Maskoy” dijo mi compadre. No saludó diciendo: “camioneta caputi”. Y se reía el muy… Apenas hablaba español, solo guaraní. Utilizando el método Tarzán,  “ Tu decir a mí de dónde vienes , cuando tu salir”. “Yo salir de hacienda no lejos. Yo salir con Sol. Yo ir a ver novia mía en otro asentamiento”.”Yo tardar dos soles llegar”. Y le dejaba la  bicicleta a mi compadre para que fuera a hacienda a pedir ayuda.
¿Se puede ser mejor persona? Le dejaba todo lo que tenía y retrasaba su prometedor encuentro amoroso a cambio de nada; y lo peor cómo le explicaba a la india que se había demorado por ayudar a unos “COÑONES”(así llaman los guaranís a los blancos) en medio de la selva.¿ Se puede ser más bueno?.
Es difícil ser más bueno que el maskoy, pero más atrevido sí. Mi compadre; sin encomendarse a Dios ni al diablo, se  montó en la Orbea sin cambio ni nada, partió en busca de una hipotética hacienda no “muy lejana” según el guaraní enamorado. Pero cuando llevaba algo así como un quilómetro, y no veía ni siquiera en lontananza un atisbo de construcción o de civilización; optó por volver sobre sus pedaladas y esperar lo que el destino nos deparara.
Levantamos el capot del coche, y los dos, como si entendiéramos de mecánica mirábamos el desastre y descubrimos unas virutas metálicas. ¿Por qué? Era un roce de la supuesta dinamo sobre un hierro. ¡El motor estaba inclinado! Se había caído en algún bache. Pero  no del todo…A mi compadre se le ocurrió cortar la correa del posible alternador para que no rozara…Lo sujeté, solo por miedo a lo que pudiera pasar, a lo desconocido. La cosa pintaba mal, color hormiga “comebolas”. Las comebolas son hormigas asesinas de cabeza gorda y mandíbulas más fuertes que las de las hienas con un desmesurado apetito hacia las partes más nobles y selectas de los hombres, o sea hacia los llamados “compañones”. Son marrones oscuras. Pero siguiendo la ley de Murphy, podía empeorar… De lejos vimos una polvareda acercándose a nosotros muy deprisa. Nuestro  beatifico indio subió raudo a su bicicleta moviendo la cabeza de un lado a otro y lanzando bufidos…
Era una camioneta todoterreno cargada de tíos. Por las ventanillas asomaban dos o tres rifles. !Coño! lo que faltaba… (secuestro exprés o algo peor)… Pero no, eran cazadores de Puerto Casado y conocían a mi compadre.! Menos mal! Aun suspiro aliviado cuando lo recuerdo.A.B.
Nuestra camioneta, que ya venía intentando sacarnos del camino, pues tenía mas "querencia" a la  izquierda que el compañero Trostky, en este punto se le partió un taco motor. Todo el peso del enorme motor de seis cilindros apoyaba sobre la carcasa del alternador. El chirrido era aterrador. Paramos para buscar ayuda y el indio fue lo único que apareció por alli, así que al final decidimos seguir adelante hasta que Dios quisiera. Y llegamos al pueblo a buena hora, con el alternador destrozado. Desde entonces, hasta nuestro regreso a Asunción, fuimos sin aire acondicionado en un coche viejo con las gomas de las puertas bastante deterioradas. Viendo la foto del talcar (un poco más adelante) podéis imaginar el nivel de polvo que teníamos en el interior. Por ello decidimos que Amparo y Maricarmen volverían en avión.


Palmar y monte bajo en Alto Paraguay- Chaco Boreal (foto C. Almirón ABC)



Esto es un talcar.
 La licencia poética de mi compadre le permite ver algunas cosas de otra forma a como las capto yo. Por ejemplo ese infierno verde, que podemos ver en la foto superior, constituye para mi un camino precioso que no me cansaba de recorrer, si bien en este viaje y a pesar de lo que  vemos en la fotografía de la bicicleta, en cuyo trozo el camino está perfecto y recién arreglado, en la temporada seca cuando pasamos, las zonas con suelo salobre se convierten en "talcares", es decir el polvo es tan fino como el talco y puede ocultar agujeros de medio metro (como en realidad había, ahí se partió el taco motor) sin que se puedan apreciar desde la cabina. Y te los comes. Y nos da a todos la cabeza en el techo. Y mi comadre Amparo se asfixiaba con su alergia. La fotografía de la izquierda no                                 necesita explicación.

Tajamar junto a palmar. Chaco Boreal. (foto C.Almirón. ABC)
 Estas tres preciosas fotografías que venían en el ABC color del 22 de Marzo de 2012, enseñan mejor el paisaje chaqueño, al norte del trópico de Capricornio, que toda la descripción que yo pueda ofreceros, por lo que me he tomado la licencia de subirlas y así  también vosotros podáis disfrutar de "ese infierno verde" que define mi compadre y que yo nunca me cansé de recorrerlo, por fuera y por dentro.

Yacarés cerca de Olimpo. Chaco boreal. (foto ABC Color de C.Almirón)
Aquí sí le daría toda la razón a Ángel y pasaría de bañarme en esta laguna que sospecho debe ser una granja de yacarés. He visto muchos yacarés por el chaco, en los caminos, en el agua, en los campos, 
en el plato e incluso guisé uno con patatas, pimienta y ajo, (como se preparan las anguilas en "all y pebre", que por cierto estaba bueno, era como pollo con sabor a pescado, pero reunidos en tal cantidad no es fácil verlos ya que tendrían que pelear por su alimento más de lo necesario. He observado que, en el Chaco, la densidad animal, tanto de aves como de carnívoros, lagartos, yacarés etc., es relativamente baja. Sólo se rompe esta tendencia con los insectos, especialmente mosquitos y hormigas y las arañas. He visto telas del tamaño de carpas grandes y concentraciones de miles de ellas, metidas en su nido-bolsa.


Amparo, Fidelina y Maricarmen
¿Cómo salimos del problema?  Pues echándole valor; los cazadores confirmaron que estábamos cerca del quilómetro once. Es decir cerca de Puerto Casado. Así poco a poco, con más miedo que vergüenza  llegamos al pueblo de los burros. Así, como suena, no es que sus habitantes fueran duros de mollera, no, es que había muchos burros.  Lo cierto es que había una burrada de pollinos campando a sus anchas.
Por fin encontramos nuestro alojamiento. Nuestra habitación tenía el techo de paja, la ducha de agua del rio, color té. Enchufada directamente a la corriente eléctrica! Ozú, Ozú! Como medida precautoria, rocié el techo de un insecticida que traía conmigo. Al regresar había una verdadera “sollada “ de insectos encima de la colcha, destacando unas enormes arañas peludas .¿Serían tarántulas?.  No lo quise averiguar. Me dijeron que la muerte por picadura de tarántula era casi inexistente….casi. Bueno, aliviados por esta imprecisa estadística procedimos a cenar en el restaurante del lugar, donde nos esperaba un asado de “chancho “ de los cazadores ; más duro que el zancajo de un moro; casi como la suela que intentaba comerse Charlot. Angel Boix
Cuando llegamos a Casado buscamos a Fidelina, la cocinera de la Casa Directorio, que la vemos sentada, entre Maricarmen y Amparo, en la habitación que nos habían dado, junto a la de Ángel, que no tenía el techo de paja y tenía un tremendo olor a zotal y aire acondicionado (que aquella noche no sirvió de mucho, pues se fue la luz), claro que mi compadre recordaba otras noches que le he contado y que ya las pasaremos al blog cuando llegue el momento. Pero lo que si estaba duro, de verdad, era el Pecarí. Marcial, el antiguo mayordomo de la casa directorio, ha abierto un restaurante y nos preparó el medio chancho, pecarí,  que nos pasaron los cazadores (que no raptores) y el pacú que había pescado Ángel que estaba delicioso.
A aquella cena invité a 8 ó 10 amigos del pueblo y todos, sin excepción, me prometieron su asistencia. Sin embargo sólo acudió la mitad y cuando pregunté extrañado por la causa de estas faltas, me dijeron que los que trabajaban para los Moon no habían venido porque no se llevaban bien con los que sí habían venido. Esta es una historia que venía de años atrás. La venta de algunas de las fincas de Carlos Casado S.A. (unas 600.000 has) a la secta Moon y la rebelión de parte de la población contra los nuevos dueños, apoyada y auspiciada por la Iglesia Católica, había traído como consecuencia que el medio pueblo que trabajaba con los Moon, o tenía perspectivas de hacerlo, estuviese enfrentado al otro medio pueblo que estaba en contra, y cuyo objetivo "era y es" que le confisquen la tierra a la secta y se la adjudiquen a ellos. Este es otro largo relato que no se puede resumir en unos párrafos y que también tendrá su capítulo, pero en aquel momento me di cuenta que no era aconsejable volver al pueblo hasta que las aguas no retornen a su cauce para no verme inmiscuido en una batalla que me pondría a la mitad de mis amigos en contra, por una burda manipulación política y religiosa. Y desde entonces, a pesar de haber viajado varias veces a Paraguay, no he vuelto al Puerto Casado a pesar de tener allí mucha gente a la que aprecio.

Gilda y Maricarmen de paseo por el pueblo
Mientras Angel hacía la excursión por el río al asentamiento Maskoy y yo arreglaba el coche, -le colocaron un taco motor de un viejo volvo-, en los talleres de la fábrica, que ya pertenecían a la Secta Moon, (pero yo conservaba allí algunos buenos amigos) las mujeres se entretenían dando vueltas por el pueblo. En la foto, Gilda, la compañera paraguaya de Antonio Meseguer y madre de sus dos hijos paraguayos, pasea a Maricarmen por el pueblo enseñándole los pequeños cambios realizados desde su última estancia en Agosto del 95.

Ángel con Cristóbal, su guía chaqueño.
Y vino el indio de la canoa que contrató mi compadre para que me llevara a pescar y visitar un asentamiento de indios Maskoy en la ribera del riacho Mosquito, afluente del Paraguay. El afluente era un mar con islas de nenúfares, con habitantes inquietantes, el indio que se llama Cristóbal, me dijo que podían haber anacondas y o yacarés.  Así que desembarcar por allí era peligroso. Sería para asustarme, pero un caimán sí que vi. Uno vivo y otro muerto que olfateó Cristóbal al pasar. Cristóbal tiene cuatro “creaturas”.
Llegamos al asentamiento por fin; llevábamos pan, azúcar, caramelos y yerba mate. Nos recibieron niños y sus madres. Hombres y muchachas no. Estaban en clase que les daba una enfermera misionera española. Eran unas ochenta familias. Yo esperaba  que los niños vinieran en tromba hacia los caramelos, pero no se movían del lado de sus madres. Ya no se fían del hombre blanco y sus baratijas. De pronto apareció una mujer mayor, sin dientes. Cristóbal me tradujo que era la chamán. Le dijo que yo era médico de partos, me ofreció que me quedara, ella me enseñaría sus hierbas para medicina “yuyú” y yo le enseñaría lo que pudiera…
De  repente sonó una campana y salieron de clase. Vinieron a saludarme, los muchachos bajitos 
pero fuertes, las muchachas con faldas vaqueras. Todos con corte de pelo a la taza.
Un maskoy alto, fuerte, con andar seguro, con una camisa del Boca (equipo de futbol de Maradona), vino a saludarme. Era el “Cacique”. Me dijo que ellos eran cazadores y recolectores de la selva; pero en dos días de viaje ya no había nada y el rifle que tenían estaba maltrecho y apenas tenían municiones. Los jóvenes habían perdido la destreza con el arco y las flechas.
Tendrían que trasladarse de asentamiento, aunque sabían que la selva ya no era sólo suya  y tendrían que competir con el león (puma) el yaguareté y con los ganaderos armados.
¡Nunca los olvidaré! Confío en el movimiento pro indígena  muy sensibilizado en Paraguay. Salí de allí con lagrimas en los ojos.
De regreso pesqué un pescado llamado pacú de unos cuatro kilos. ¡Guapo pacú!,  decía mi guía Cristóbal, que tenía cuatro “creaturas”. Por cada hijo recibió lo que ganaba al mes.Angel Boix

Angel y su pacú.
Cuando llegamos al pueblo y logramos contactar con el guía, medio paraguayo-medio maskoy, este salió, ya de noche, al monte (así llaman al bosque semitropical seco, propio de la zona) y cazó algunos cangrejos de mar, exactamente iguales a los que podemos ver en cualquier playa española, que se han aclimatado a vivir en agua dulce y a mil kilómetros del mar más cercano. Recuerdo con claridad la sorpresa que me llevé el día que me tropecé con uno de ellos en medio de la selva y le dije. ¡¡Me parece que te has perdido, la playa más cercana está a mil kms. de aquí!! No me hizo ningún caso y continuó corriendo de lado. Con esa carnada engarzada a un anzuelo, que a su vez esta atado a una lata vacía y sin tapa, de 5 litros de capacidad que colocada, boca abajo, en el agua sirve de caña de pescar. Cuando el pacú muerde el anzuelo  y tira hacia abajo, el vacío creado en el interior de la lata tira hacía arriba y termina por agotar y matar  al pez. Así que  cuando regresaron de la visita al asentamiento maskoy se limitaron a recogerlo y después de casi cuatro horas continuas de brasa de quebracho lo comimos. Estaba delicioso. Pero este pescado, muy grasiento, sólo preparado así, mucho tiempo a buen fuego consumiendo lentamente su grasa, es como está realmente bueno. 

Brindando por nuestro reencuentro.

Antonio Meseguer, a la derecha de Ángel, es el único que quedó allí de los cuatro españoles que fuimos a Puerto Casado para llevar a cabo el proyecto de arroz. Él acomodó su vida en Paraguay, junto a Gilda con la que ha tenido dos hijos a los que por razones que sólo él entiende, les puso el mismo nombre que a los dos hijos que tiene con su esposa española. También la historia del proyecto arrocero es merecedora de una atención muy especial que no viene al caso en este relato de viaje. Sólo decir que Antonio es feliz allá en aquel pueblito perdido en la inmensidad de la selva, con su trocito de tierra comprada a la Municipalidad y su pequeño hato vacuno, con el que tiene que estar muy atento ya que las enormes necesidades alimentarias del pueblo hacen que se agudice el ingenio de algunos a la hora de faenar terneros que "andan perdidos" dentro de su finca cercada.
Puerto Casado (o también) La Victoria


Carlos Casado pueblo, foto de 1995. 
En esta foto aérea, que creo es de 1995, se puede ver la mayor parte del pueblo. Falta la Casa Directorio que estaría justo en la parte inferior. A la derecha vemos el puerto y las instalaciones de la fábrica. A la izquierda de la misma está la manzana de casas de ladrillo que pertenecían a los directores de los distintas áreas y al personal especializado. Más a la izquierda vemos el claro, de césped, que es el campo de fútbol. Frente a él, el edificio rojo en forma de U que pertenecía al hotel, que estaba y está abandonado como tal y ocupado por varias familias. Continuando hacia la izquierda vemos la calle principal, la raya blanca por el polvo, que es la más ancha y la continuación de la carretera de entrada. Más hacia la izquierda vemos un gran almacén de techo azul  que es el polideportivo, salón de actos, celebraciones y misas multitudinarias, pues está justo al lado de la preciosa iglesia, que es una copia idéntica de la iglesia del Pueblo de Palencia de donde era originario Carlos Casado. Más a la izquierda y fuera del recuadro están las piletas de cría de langosta, (única en toda sur-américa), que también abandonaron los compradores al igual que todas las actividades que se llevaban a cabo por Casado S.A., por iniciativa propia y porque las guerras internas del pueblo tampoco les permitió mantener cualquier actividad ni realizar ningún nuevo proyecto.

Fábrica de tanino de Puerto Casado desde río Paraguay.
El pueblo que se fundó a finales del XIX , cuando Carlos Casado, tras comprar, -en la Bolsa de Londres-, 5.500.000 has. del Chaco llevó a un grupo de ingenieros Ingleses, los dejó y les dijo que cuando supieran lo que se podía hacer con aquellas tierras que avisaran y les enviaría el barco desde Asunción para recogerlos. Y los técnicos se percataron que la gran riqueza de la zona era el quebracho, árbol de cual se extrae el tanino, y propusieron montar una fábrica de tanino, que por mor de la Primera Guerra Mundial y otras contiendas y la enorme necesidad de cueros curtidos (para eso se usa) llegó a convertirse en la primera empresa del mundo y a controlar los precios mundiales de tanino.


Patio delantero de la casa Directorio
Antes de salir hacia Puerto Casado yo había conseguido una entrevista con el director general de la empresa coreana propietaria, de todas las tierras y una gran parte del pueblo, para conseguir que nos dejasen pernoctar en la Casa Directorio donde yo había residido siempre que estuve en el pueblo. El Director, un catalán cuyo nombre no recuerdo, me dijo que no había absolutamente nadie autorizado a residir en la casa excepto Monseñor Moon y su esposa. Pues el Monseñor, que es un Obispo ordenado por la Iglesia católica, -otra historia que no tiene desperdicio-, está felizmente casado y tal vez recordéis que cuando el Papa Juan Pablo II, lo llamó a capítulo, su esposa lo denunció por rapto. No andaba muy descaminada pues lo soltaron inmediatamente. Y que yo sepa todavía sigue vivo, acumulando riquezas increíbles, por cuyo reparto, sus hijos, se tiran a la yugular fraterna.
Detrás de esta preciosa buganvilla o Santa Rita, creo recordar un curioso árbol, importado desde México , que se llama "cipote". La fruta del tamaño de un aguacate, al arrancarla , por el tallo suelta una gota blanca y lechosa que seguramente es la responsable de su sonoro nombre. Delante de la casa teníamos un césped de lago más de una hectárea que a pesar de estar muy cuidado a veces daba alguna sorpresa. Recuerdo el día que Maricarmen me llamó la atención y me dijo ¡¡mira que palo tan bonito hay en el suelo!! El palo, a pocos metros de la escalera, era una anaconda de unos cuatro metros que se paseaba tranquilamente por el jardín seguida por los pavos que montaban guardia a su lado. Y entonces Marcial dijo ¡¡ve señora, por eso los llaman pavos!! Anécdotas como ésta pero mucho más "fuertes" tengo que guardarlas para otro momento, en que éste sea el tema.


Maricarmen dando instrucciones.
Esta era el comedor de la Casa Directorio, donde falta la omnipresente presencia de Marcial que se situaba a la derecha, un paso atrás, y sólo se retiraba para servir más comida o bebida. Maricarmen se hizo tanto de querer por el personal de la casa que el día que se despidió de ellos, cuando regresamos a España, las lágrimas se asomaron  a los ojos  de todos los que alli trabajaban.


Hotel Internacional. Maricarmen, esperando nuestro regreso del Chaco.
Y aquí voy a insertar el cuarto relato corto de Ángel, sobre aquella aventura, que como los anteriores, "no tiene desperdicio": EL REGRESO 
Toda ida tiene una vuelta.  Habíamos llegado a Puerto Casado después de algún sustillo felizmente resueltos los problemas. El coche nos lo habían reparado. A fin de evitar la aventura del regreso en camioneta a las mujeres, las embarcamos, nunca mejor dicho, en otras dos. Primero en un barquito para cruzar el rio-mar, y luego en una avioneta que conocía de memoria la ruta aérea hacia Asunción, puesto que en la travesía el piloto estuvo leyendo el periódico a la vista de los seis o siete pasajeros, a los que no logró disipar el miedo con su sangre fría. ¡Llegaron bien y pronto! Contemplando la selva desde las alturas e incluso vieron un pavoroso incendio del palmeral que provocaban los ganaderos para renovar los pastos. En Doñana también se hacía en tiempos pasados con el mismo fin.
Emprendimos el camino de retorno por el descrito borde del Infierno; muy temprano pues era conveniente llegar a destino con luz solar. Al llegar al cruce de Los Pioneros, en la Transchaco ya; “pinchamos por enésima vez”. Al intentar cambiar la rueda, mi compadre tuvo una lipotimia al esfuerzo y por hipoglucemia al  no haber desayunado. Se recuperó pronto y la cambiamos.
Reanudamos la marcha hasta dar con la primera “gomería”. Se llaman gomerias porque arreglan y venden gomas. Por aquí hay muchas porque apuran mucho los neumáticos y hay muchos pinchazos y reventones. En la “gomería” había cuatro o cinco individuos muy mal encarados. Les dimos unas latas de cerveza, pagamos sin rechistar el arreglo y salimos pitando como alma que lleva el diablo. Aún tuvimos que hacer un último alarde de valor al atravesar la humareda del incendio del palmeral, después de habernos cruzado con un camión cisterna seguramente más locos que nosotros.
Por fin llegamos al Hotel donde nos esperaban nuestras señoras muy arregladitas: PRECIOSAS.
Nosotros parecíamos dos Indiana Jones polvorientos. Los botones cogieron los bultos alejándolos de si lo más posible. Pero ellos, Paraguayos, no conocían el Chaco y nos miraban con  admiración.
Y con esta imagen de las "dos pescadillas enharinadas" que parecíamos Ángel y yo, tras el agotador viaje por las circunstancias que lo rodearon, terminamos este capítulo. Llegamos cansados, sucios, pero contentos y muy especialmente Ángel que no lo olvidará mientras viva y al que todavía le traiciona la emoción cuando recuerda el asentamiento Maskoy.






domingo, 18 de marzo de 2012

REDUCCIONES JESUÍTICAS. MISION DE LA SANTÍSIMA DEL PARANÁ.(5)

Reducciones Jesuíticas

Cuando llegan los primeros Jesuitas al Paraguay, en 1.587, se encuentran con unos indígenas repartidos por todo el territorio, en su mayoría nómadas y sin estructuras estables, esparcidos en el interior de la selva en pequeñas comunidades. Otros indígenas, con menos suerte, habían caído ya en manos de las encomiendas y trabajaban para los españoles poco menos que de esclavos, pues aunque la esclavitud estaba prohibida por Ley, en España y territorios conquistados, los indígenas que caían en sus garras no tenían sueldo ni derechos, es más, estos trabajadores forzados pasaban de unos propietarios a otros junto con las encomiendas.
Con este panorama desalentador los jesuitas iniciaron la labor de evangelización y la creación de pueblos, de dos o tres mil personas,  que posteriormente pasan a ser totalmente controlados por ellos, siempre bajo la tutela del Gobernador de la provincia,  creando las treinta reducciones  repartidas por las actuales provincias de Misiones de Paraguay y Argentina y alguna otra en la parte de Rio Grande do Sur que hoy pertenecen a Brasil. La distribución geográfica se puede apreciar perfectamente en el mapa de Wikipedia que hemos incorporado al inicio del capítulo.
La primera misión construida fue la de San Ignacio Guasú en 1610, numerada con el 30 en el plano y no la comentamos porque no la visitamos en ninguno de los dos viajes que aquí nos ocupan. Yo si la visité en un par de ocasiones y recuerdo poco de la misión , pero si que tiene un gran museo de restos históricos, especialmente de imagenería.


Reducción Jesuítica de Trinidad del Paraná. Nº 24

Maqueta de la Reducción Jesuítica de Trinidad del Paraná (1706) 
Es la última  de las reducciones Jesuíticas construidas en Paraguay y Patrimonio Universal de la Humanidad desde 1993. Ubicada en el Km. 28 - Ruta 6- a 500 metros de dicha ruta. 
Es la más visitada de las Reducciones y la más acabada de todos los monumentos puestos en valor. 
Esta prenda testimonial del casco histórico reduccional, cuenta con una imponente plaza, una gran iglesia mayor, colegio, talleres, casas de indios, cementerio, huerta, museo.
En una reducción, los edificios principales, como la iglesia, el cementerio comunal y la escuela, que servía al mismo tiempo para albergar a los jesuitas, se encontraban en un lado de una gran plaza, rodeada de casas por los otros tres lados. Junto a la iglesia también había talleres. En el centro de la misma, una gran cruz y una estatua del santo patrón de la misión. Las calles y casas estaban ordenadas según precisas líneas geométricas, de acuerdo a las recomendaciones españolas relativas a la construcción de nuevos asentamientos. La posición central de su lugar de residencia permitía a los padres tener una vigilancia constante sobre la vida de la reducción. También disponían de 

una casa comunal koty guasu para alojar a las viudas, huérfanos y mujeres solteras y tenían agua corriente y servicios sanitarios para todos.(sic) Alguno de los párrafos sobre la historia de las Reducciones está tomado de Wikipedia y si le añado el sic, es literal.

Haciendo de guía en una entrada de la Reducción
Estamos en la entrada de la plaza sobre lo que deben ser los cimientos de las casas de los caciques, que las situaban justo frente a la Iglesia. Como yo tenía alguna experiencia estaría explicando que las estructuras de las reducciones eran parecidas a las de las ciudades creadas por los españoles en América, con su plaza central, -Plaza de Armas, no en este caso-,  con la Iglesia y las viviendas de los principales y unas calles trazadas a escuadra y formando cuadrículas.

Ruinas de la Iglesia desde puerta principal.
Estamos ante la puerta principal de la Iglesia cuya techumbres de la nave central y el ábside, al fondo, han desaparecido como causa de los efectos devastadores de un incendio. Del ábside y la entrada a  la Sacristía, que veremos con más detalle en la próxima foto, si quedan las tres paredes laterales que rodeaban el altar, que están en bastante buen estado excepto el techo que también desapareció.
Los curas tenían el gobierno de las reducciones, siendo los administradores de los bienes de los pobladores, con facultades de intervención directa no sólo en la parte espiritual, sino también en la temporal, económica, cultural, social y militar. En cada reducción había dos sacerdotes (en las más pobladas había tres), uno a cargo de lo espiritual y religioso (el cura del pueblo) y otro (el compañero) que estaba a cargo de los temas terrenales como el trabajo y la instrucción.
En cambio, los jesuitas, no pudieron erradicar la costumbre ancestral de la poligamia y seguro que tampoco pudieron terminar con la promiscuidad, a tenor de lo que yo he visto en la actualidad y que ya os contaré cuando lleguemos al Chaco y a las comunidades indígenas actuales del Paraguay. 
Los jóvenes que habían superado la edad escolar y se encontraban trabajando en cualquier actividad, por las tardes, al escuchar el sonido de la campana, debían dirigirse a la iglesia.
Aunque me cuenta mi amigo Roberto Samaniego, que la campana se utilizaba con otro fin. La natalidad se había reducido muchísimo con el cambio de costumbres y de religión y para remediar este problema, en lo posible, los jesuitas establecieron una hora, a la caída de la tarde, en que era obligatorio ejercer la procreación y se anunciaba con unos toques de campana. 
Por esa razón, cuando nos alojamos, en 2011, en el Hotel Boutique La Misión, sin lugar a dudas el más bonito, típico y coqueto de Asunción, (es un auténtico museo de piezas históricas y genuinas reunidas a lo largo de muchos años por su hermana María Samaniego y con preciosos frescos actuales de temas indígenas ancestrales), nos contaba esta práctica Jesuítica bajo la campana que tiene el hotel en la terraza-piscina, mientras un arpa amenizaba nuestra charla  y comíamos el magnífico aperitivo-cena que nos había pedido Roberto y su agradable y admirable esposa, Linda. Esta deliciosa e instructiva noche se la perdieron mis amigos de compañía de estos viajes, que aquí estamos recordando.

Altar y Sacristía.
Esta es la parte mejor conservada de la Misión y podemos ver el Altar y la puerta de la Sacristía, convertida en un pequeño Museo, donde se conservan todas las piezas históricas recuperadas durante las campañas de restauración de las ruinas. En la misma estancia está la entrada a la cripta donde están enterrados, (supongo, porque  no he comprobado, ni lo pienso hacer, en ninguno de cuantos osarios por donde pasamos, en cualquier lugar del mundo) todos los Jesuitas que alli fallecieron.
El acto religioso más importante era la misa, al que los fieles concurrían acompañados de toda la familia, particularmente los días de precepto. Las iglesias fueron el corazón de los pueblos. Eran construcciones imponentes frente a la plaza, que mostraba el enorme poder de la Iglesia sobre sus descamisados feligreses.

Ángel dándonos el sermón de la semana
Acá mi compadre Ángel dándonos el sermón preceptivo de ese Domingo; creedme cuando digo que era el de ese Domingo, pues se sabe de memoria y sin dudar casi todos los evangelios, las epístolas  y temas de todos los sermones del año. Este viaje le hizo cambiar la opinión que tenía de los jesuitas, cuando pudo comprobar "in situ" cuál habia sido su magnífica labor educacional.

Por mi parte, "en boca cerrá no entran moscas"
Por supuesto yo, que también estaba ante el precioso púlpito tallado a mano por los artista guaraníes, me quedé calladito, pues si hubiera hablado, lo mismo algún Jesuita se habría revuelto en su tumba, pues aunque admiro parte de su labor, otras muchas de sus acciones me parecen más que discutibles y aunque acepto que sus obras e intentos de Cristianización están inmersos en una época histórica distinta, la evangelización nunca debe ser impuesta a golpe de amenaza del infierno o de la "Santísima" Inquisición y siempre debe ser aceptada de manera voluntaria. Si bien a los indígenas no se les daba el mismo trato, que a los herejes y "marranos", por parte del Santo Oficio, no puedo olvidar que el Inca Ataualpa tuvo que renunciar a sus dioses y declararse cristiano para evitar que le quemasen vivo y poder cambiar su muerte por el garrote vil. ¿A cuántos más lograron convencer con el recordatorio de este acontecimiento?
Por otra parte, me parece fantástico que enseñasen a los indígenas: En todas las reducciones funcionaron escuelas de primera enseñanza, donde los varones de seis a doce años aprendían a leer, escribir y hacer operaciones matemáticas elementales. Las niñas de la misma edad tenían escuelas separadas donde aprendían a leer, escribir, hilar y cocinar. Cada reducción se especializaba en unos oficios, trabajando el hierro y la plata, carpintería, cocina-panadería, chapado en oro, telas o instrumentos musicales. Desde allí se promovería la excelente escultura, pintura y música barrocas guaraníes. (sic)
No me parece tan buena la manipulación mental de los indígenas a los que obligaron a erradicar sus dioses y costumbres ancestrales para imprimirles en sus neuronas nuestra religión y nuestros valores morales, que demasiadas veces, en aquella época, eran absolutamente impresentables.

Maricarmen, como de costumbre, a ver a quien bautiza.
Maricarmen que ha apadrinado a muchos niños y por lo tanto cuenta con multitud de ahijados no puede dejar de admirar las magníficas obras. imágenes y tallas, como esta preciosa Pila Bautismal, que ejecutaban aquellos indígenas enseñados por maestros jesuitas y que portugueses y otros españoles intentaban presentarlos como seres inferiores, sin alma,  para justificar su explotación y esclavización.

Ángel con los talleres al fondo.
Al fondo vemos las ruinas de lo que serían las escuelas y los talleres. Posiblemente los otros edificios corresponderían a la vivienda de los jesuitas y en el pequeño espacio cerrado que podemos ver en la maqueta estaría el cementerio de los indígenas, puesto que los curas se enterraban en la cripta. Entre los logros importantes está el estudio realizado, por un jesuita, de la lengua guaraní  y la publicación de su diccionario, elemento básico y fundamental para la actual expansión de esta lengua en el Paraguay.
En la actualidad, de las 24.000 escuelas del País solo 54 enseñan portugués, el resto son bilingües, y enseñan en  las dos lenguas oficiales del Paraguay, Guaraní y Español, (que no castellano). Casi el total de la población (el 90%) y en todas las clases sociales se habla guaraní. La población indígena total es solo un 5% y la de habla guaraní mucho menos de ese porcentaje. Esta realidad lenguística actual sin lugar a dudas ha sido posible gracias a  la labor de los jesuitas, que cuando se disuelve la Orden habían enseñado el guaraní a mas de 100.000 indígenas que se esparcieron por toda el pais y en los que estratégicamentre se apoyó el dictador Francia para fomentar la lucha contra los españoles. Este y otros dictadores posteriores utilizaron el uso de esta lengua para fortalecer el nacionalismo contra cualquier intrusión del exterior, convirtiendo el País en un Coto Cerrado manejado por unas cuantas familias.

Maricarmen en el mismo muro semi-destruido de la iglesia.
No sólo les enseñaron trabajos artesanales o agrícolas, sino que también la música y el canto ocuparon un lugar destacado en el proceso de aprendizaje. Cada reducción contaba con su coro y orquesta musical, como muy bien nos describe y muestra la película "La Misión", basada en un hecho real acaecido en 1756 cuando mataron a más de 1.400 guaraníes. La banda sonara, compuesta por  Ennio Morricone, es sencillamente magistral y cuando el coro de niños indígenas interpreta el Ave María, ante el Nuncio de Su Santidad Cardenal Altamarino,  una de las más bellas composiciones de la historia del cine, particularmente a mi me emociona. El Cardenal había sido enviado a aquellas tierras para hacer desaparecer las reducciones Jesuíticas a través de la vía diplomática sin soliviantar a las potencias de España y Portugal y comprobar si los indígenas eran personas con nuestra capacidad intelectual o eran meros animales parecidos al hombre, como defendían los esclavistas portugueses apoyados por los encomenderos españoles que aprovechaban la mano de obra barata de los indígenas esclavizados.
Mientras a los niños se les organizaba desde la misma escuela a los mayores se les dirigía desde la Iglesia y  a los padres se les tocaba la campana para que engendrasen más niños, por la gloria de Dios.

Otra perspectiva de Maricarmen donde podemos ver lo que quedó de la nave central por el muro exterior.
Como tantas veces ocurre en la historia, lo que escribe cualquier despistado o malintencionado  queda para la posteridad y en este caso el interfecto, Simón Romero, escribe nada menos que en el New York Time, y es comentado por el ABC Color del día 13 de Marzo de 2012, esta "burrada" que  transcribo a continuación podéis comprobarla en el enlace: http://www.abc.com.py/nota/el-guarani-como-lengua-revalorada/

"La encomienda, un sistema común dentro del imperio español que obligó a los indígenas a trabajar para los europeos y sus descendientes, no penetró en gran parte del territorio que eventualmente se convirtió en el Paraguay. (hasta acá todo bien)
Mientras tanto, los jesuitas crearon comunidades de los grupos de indígenas guaraníes y de otros que cubren grandes extensiones del país, como se describe en la película de 1986 ”La Misión” y armaron expediciones contra los indios guaraníes, a los que obligaron a trabajar como esclavos, mientras que alimentan el lenguaje los libros y sermones".(sic)

Este comentario, despistado o mal intencionado, referido a  la película es absurdo ya que en ésta lo que queda muy claro es que los jesuitas defienden, hasta la muerte, la libertad de los guaraníes que son atacados por los bandeirantes (apoyados por los encomenderos, que no por la Corona española) para esclavizarlos. Por suerte, la película procura ser objetiva y rigurosa y no entra en la crítica de las acciones que describe de forma novelada, pero sin salirse de la realidad histórica.
A alguno de los dos periodistas que intervienen, se "le ha ido la olla" para decir semejante "inexactitud" tanto si se refieren a la película como si quieren explicar la realidad histórica y como me resultan tan increíble las afirmaciones, que se le atribuyen a Romero, quiero creer que tal vez sea un despiste involuntario del comentarista de ABC que haya sacado la frase de contexto.
He vuelto a ver la película -lo que siempre es un placer, agri-dulce, por enésima vez- por si acaso se me había escapado algún detalle revelador, antes de solicitarle al director de ABC que corrija el nefasto comentario, como se merece la labor de los Jesuitas.

El pozo de la suerte. ¡Pon la mano y tendrás la suerte!
Ya que acá entramos en el tema dinero, le dije a nuestro guía en esta visita que pusiese las manos encima del pozo de la suerte y seguro "le caía" algo, hablaremos del sistema económicos de las misiones.
Si miramos nuevamente la maqueta veremos que detrás de la Iglesia y talleres hay una gran área cerrada que corresponde al campo comunal, o campo de Dios, donde todos tenían que colaborar para las siembra de cereales, legumbres y algodón, que se utilizaría especialmente en la alimentación de las viudas, huérfanos y curas. Además de este campo, que era de propiedad colectiva, cada jefe de familia tenía su chacra de utilización privada donde sembraban los alimentos necesarios para el sustento familiar , como la mandioca, patatas y pocas hortalizas y verduras más, pero esto se completaba con la caza y la pesca de las que todavía no habían perdido sus habilidades.
Como también tenían otras propiedades comunales fuera del recinto de la Misión los alimentos que les sobraban los intercambiaban con otras Misiones por el sistema de "trueque"

Olavo, sta. Penoni, Pepe, Maricarmen, Otilia y Doris Penoni
Volvemos nuevamente al año 1994, en nuestro periplo con Olavo y Otilia por la Región Oriental.
¡Que sorpresa tan agradable nos llevamos al entrar en la Misión de Trinidad cuando nos encontramos alli a Doris Penoni, que conocíamos por haber estado varias veces en nuestra casa de Isla Mayor, que entonces se llamaba Villafranco del Guadalquivir. Alli estaba la Plana Mayor de la Dirección de Turismo puesto que al día siguiente esperaban la visita de nuestro presidente Felipe González. Podéis imaginarse que tuvimos una "regia" visita guiada y de allí quedamos en tomar un asadito en casa de la familia Penoni, cuyos papás, D. Américo y Dª Chula, nos atendieron con la genuina amabilidad paraguaya y que ya detallaremos llegada la ocasión.

Otilia y Maricarmen. Las viviendas al fondo.
En el año 1768, el rey español Carlos III ordena expulsar a los Jesuitas.
Las Reducciones no se disolvieron de inmediato, sino que se reemplazaron a los Jesuitas con nuevos directores seculares que no tenían los ideales de los primeros. En cuanto a la planta física, las tropas del general brasileño Chagas y el dictador paraguayo Francia causaron graves daños a los edificios. El golpe de gracia vino por el sucesor de Francia, Carlos López, cuando este abolió forzosamente y destruyó las comunidades quedándose con las tierras.(Sic. Wik.)

Sta. Penoni, Maricarmen, Conservador ruinas Trinidad, Otilia, Doris y Pepe.
Aquí nos acompaña el historiador y Conservador de las Ruinas el Doctor Augusto Servián al que quedamos agradecidos por sus múltiples atenciones y que nos permitió llevarnos una equilibrada comprensión no sólo de las ruinas, sino que también de la labor jesuita.



Detrás nuestro queda la Plaza Mayor y las ruinas de la Iglesia, talleres y viviendas de los curas. Este templo fue el mayor de cuantos se construyeron en las Misiones y la estructura del pueblo parece que es la mejor conservada.
Se fundó en 1712, (por lo que duró unos cincuenta años) por indígenas procedentes de  la Misión de San Carlos, la que se ve en la película homónima, regida por el padre Gabriel y es atacada y  destruida, por los ejércitos portugués y español, masacrando a jesuitas y población local.  La otra Misión de la película, San Miguel, de la que dicen incorrectamente que es la primera, cuando en realidad ese honor le pertenece a San Ignacio  Guazú que por necesidades de supervivencia se traslada más al sur huyendo de los bandeirantes y se denominó San Ignacio Miní. En esta última, la Reducción mejor conservada de todas las Misiones de Sur-américa, es donde se rueda la parte de la película que corresponde a la misión de San Miguel. Me parece que es asi; pues como en otros temas complicados no me atrevo a aseverarlo.
Aunque no han cesado los constantes trabajos de restauración y mantenimiento, el cambio entre lo que vimos en 1994 y en 2003, no aporta nada nuevo digno de mención.

domingo, 11 de marzo de 2012

ITAIPÚ- CIUDAD DEL ESTE- PARAGUAY (4)

Itaipú
Represa de Itaipú. Brasil - Paraguay
Itaipú significa en guaraní el agua que canta. Este nombre se lo pusieron los guaraníes debido a los sonidos que emitía el agua de una catarata, cercana al lugar donde se construyó la presa, que ha desaparecido en el interior del embalse.
 Era la mayor hidroelétrica del mundo hasta que finalizaron Las Tres Gargantas,  que tiene más potencia de generación instalada, 22.000  MW, frente a las 14.000 MW de Itaipú. Sin embargo es posible que Itaipú siga siendo la primera generadora hidroeléctrica del mundo debido a al mayor regularidad de los caudales del Paraná sobre el Yangtsé. 
 Desde el avión, en la ruta de Sao Paulo a Asunción, se puede distinguir una buena parte del área inundada que llega a doscientos kilómetros de la represa. Se calcula que tiene una capacidad de 29 kilómetros cúbicos ó 29.000 Hm3, más de la mitad de la capacidad total de los embalses españoles que suman entre todos ellos un volumen de 54.000 Hm3.


Panorámica de la parte hidroeléctrica y al fondo, a la izquierda, el rebosadero. Wikipedia.
En Abril de 1.970 se firma el convenio entre Brasil y Paraguay para el Proyecto del Siglo. La historia de su construcción es apasionante, por las dificultades tan enormes que surgieron y por las soluciones imaginativas que las resolvieron. En 1.985 se realizaba la primera prueba de generación eléctrica, pero la obra no se finaliza hasta 1.991, cuando se pusieron en marcha las 18 turbinas proyectadas. Posteriormente se le añaden otras dos turbinas en el 2006 y 2007.
La obra se presupuestó en unos 7.000 millones de dólares pero el costo final fue de 15,000 M$. Los acuerdos iniciales fueron tan perniciosos para el Paraguay que, con el acuerdo inicial, difícilmente se hubiese autofinanciado en su vida útil. La mitad de la electricidad generada pertenece a cada país, y como Paraguay utiliza menos de la cuarta parte de su cuota el sobrante tiene que venderlo obligatoriamente al Brasil. El precio que pagan los brasileños, por la electricidad sobrante de Py., es absolutamente irrisorio, no llega a la cuarta parte de su valor real. -Es decir al precio que la vende Petrobras, la empresa estatal brasileña-.
Centro de Recepción Brasileño.
Aquí en esta foto, en el Centro de Recepción en Itaypú del lado brasileño, reanudamos la narración del viaje que hicimos Maricarmen y yo con nuestros amigos Angel y Amparo y que dejamos para contar los otros viajes que hemos hecho Mari y yo a Iguazú. Este capítulo describirá nuestro recorrido hasta Encarnación, desde donde partiremos para visitar las Ruinas Jesuíticas de Trinidad. Posteriormente seguiremos nuestro viaje en autobús hasta llegar a Asunción. La idea de viajar en autobús era para que Ángel y Amparo pudiesen admirar la parte Oriental de Paraguay, con sus bosques, praderas y también la gran zona sojera y cerealista de la ribera del Paraná.
Subimos en un autobús en Foz de Iguazú y hicimos todo el recorrido por la represa de Itaypú visitando incluso la sala de generadores lo que hoy ya no es posible. Cualquier obra u objeto relacionado con la represa es gigantesco. Cada uno de los 20 generadores de 700 MW está integrado en una pieza de hormigón más alta que la Estatua de la Libertad. Los tubos de alimentación de agua, que cae desde 100 metros de altura  para alimentar la turbina, tienen un diámetro que permitiría el paso de dos autobuses pareados.
Esta foto no hace justicia de la magnificencia de la obra. La altura total equivale a un edificio de 65 plantas, cerca de 200 m. de altura, y lo que vemos fuera del agua es muy superior a la altura de la giralda, que tiene casi 100 metros de altura. 

Maricarmen en Itaypú.

Aprovechando el espacio entre las dos preciosas fotos de Maricarmen voy a insertar una serie de datos curiosos sobre la represa que he tomado del trabajo de Leandro Santiago Boetto y que el que lo desee puede ampliar la información sobre Itaypú en esta magnífica monografía de este autor
http://www.monografias.com/trabajos59/represa-itaipu/represa-itaipu2.shtml 
Datos curiosos sobre Itaypu:
-Se elaboraron más de 400.000 planos de proyectos para la construcción y el montaje de la obra, si estos se superpusieran formarían una pila con una altura equivalente a un edificio de 13 pisos.
-De acuerdo a lo trazado por los ingenieros, el ritmo de las obras de Itaipú fue equivalente a la construcción de un edificio de 20 pisos cada 55 minutos, el volumen total del hormigón utilizado en la construcción de Itaipú fue de 2.100.000 metros cúbicos, con ello  podrían ser construidos 210 estadios como el Maracaná de Río de Janeiro, mientras que el hierro y acero utilizados permitirían la construcción de 380 Torres Eiffel.
-El caudal de dos turbinas de Itaipú (700 metros cúbicos de agua por segundo), corresponde a todo el caudal medio de las Cataratas de Iguazú (1.500 metros cúbicos por segundo). Una sola de estas unidades sería capaz de abastecer el consumo de energía eléctrica a una ciudad 4 veces mayor que Asunción. Las unidades generadoras tienen 27 m de altura, lo que equivale a un edificio de 9 pisos, y pesan 6.600 toneladas, lo mismo que el peso total de una fila de 50 km. de automóviles tipo "escarabajo".
-La presa de Itaipu tiene 7.744 metros de extensión y un alto máximo de 196 metros, el equivalente a un edificio de 65 pisos.
-El volumen de excavaciones de tierra y roca en Itaipu fue 8,5 veces superior al de Euro túnel, y el volumen de concreto 15 veces mayor.
-Se tendrían que quemar 434 mil barriles de petróleo por día para obtener en plantas termoeléctricas la misma producción de energía que Itaipu.
-El volumen total de tierra y roca excavado en Itaipu fue equivalente a más de dos veces el volumen del Pan de Azúcar de Río de Janeiro.
-Para permitir la construcción de la presa principal y de la casa de máquinas en el lecho del río, el Paraná fue desviado por medio de un canal lateral abierto en la margen izquierda, este tiene dimensiones de 2.000 m de largo, 150 m de ancho en el fondo y 90 m de profundidad máxima.
-El 2 de Mayo de 1975 comienzan las tareas de excavación del río. Se tardan 3 años en atravesar la roca mediante explosivos, excavadoras mecánicas y fuerza bruta, hasta que el día 20 de Octubre de 1978 se colocan dinamita en ambos extremos del canal; haciendo fluir al Paraná por su nuevo curso. Pero parte del agua sigue fluyendo por el antiguo, entonces, a continuación, se construyen unas enormes represas temporales, llamadas ataguías, para obligar el agua a desviarse por el canal y alejarlas del lugar de las obras. Estas se fabrican vertiendo grandes rocas al río hasta que se detiene la corriente.
-En Junio de 1979 en el momento en que se estaba construyendo la presa central, los ingenieros se encontraron con un problema que no estaba previsto, a los veinte metros de profundidad existía un estrato débil de roca. Su solución fue extraer la roca mala e introducir un empaste de hormigón, esto requirió varios meses de trabajo, y un aumento sustancial al presupuesto inicial de la obra. (sic)


Maricarmen en Itaypú nueve años antes
Como en los anteriores capítulos de Iguazú completamos la visita de 2003 con otras visitas anteriores y posteriores con el fin de no volver sobre estos lugares en el blog. Esta pertenece al periplo que hicimos con nuestros amigos Olavo y Otilia por la Región Oriental de Paraguay en 1994. Ese día podemos apreciar como uno de los tres aliviaderos estaba desaguando. La represa de Itaypú no tiene como finalidad la regulación de agua para riego, como la totalidad de las presas españolas -incluidas las que se construyeron como finalidad hidroeléctrica-, sino que es exclusivamente para generación eléctrica y también sirve para laminación de las grandes avenidas. Por lo tanto siempre está lo más cerca posible a su nivel máximo y si las lluvias provocan una aportación superior a la que puede pasar por las turbinas tiene que abrir los aliviaderos.
En caso de peligro, para evitar tensiones catastróficas o inundaciones controladas, en su apertura máxima la descarga de emergencia de Itaypú es de 64 millones de litros por segundo.


Pepe en Itaypú en Agosto de 1994
En la foto se aprecia el canal lateral en lado izquierdo del cauce principal, que se hizo para desviar el agua del Paraná mientras se cerraba el cauce natural del rio, que se cerró, se construyó su parte de la central hidroeléctrica y ya con las instalaciones terminadas se reanudó el paso del agua por el cauce natural y a través de las turbinas  y se terminó el resto de la represa en el canal de desvío.
También debemos resaltar el enorme esfuerzo hecho por algunas organizaciones ecologistas que, iniciado ya el llenado del embalse, acometieron la titánica tarea de salvar toda la flora y fauna posible, librando de ahogarse miles y miles de animales y plantas, de cerca de 30.000 especies, que fueron trasladadas a parque naturales o áreas protegidas o simplemente soltándolos a salvo.



Otilia, Maricarmen y Pepe. 
Aquí nunca podremos saber si Olavo -el fotógrafo accidental- estaba pendiente de nosotros o de la rubia que se pasea por delante y que realmente es el objetivo principal de  la foto. Pero, en cambio, permite apreciar perfectamente como dos de los tres aliviaderos están cerrados.

Vuelo desde Ciudad del Este -Aeropuerto Internacional Guaraní- a Asunción
No recuerdo en que año fue hecha la foto pero sí que  pertenece a este siglo y la subo porque será una más de todas las fotos de los distintos tipos de aviones que utilizamos en Paraguay para los desplazamientos interiores. Este era uno de los mejores y más modernos. Si no recuerdo mal era un Embraer, brasileño, monomotor y poco más que una avioneta. Pero nos llevó perfectamente.
Como anécdota curiosa del Aeropuerto Internacional Guaraní, -que les incluí en el recorrido de mi hija Susana y sobrina Olga por Sur-américa-, me querían matar por teléfono, cuando vieron la avioneta en la que tenían que ir. Después se tranquilizaron cuando comprobaron que un alto cargo  político paraguayo también iba con ellas. También les hizo "chiste" que la chica que les cobró las tasas no les devolvió la vuelta, del billete en dólares que le dieron para que se las cobrase, sencillamente porque no tenía cambio. La misma chica les hizo el control, estaba atendiendo el pequeño bar y las acompañó al avión. Como también , mientras esperaban, hizo la limpieza del recinto de TAM, lo que las puso de los nervios por su forma de "limpiar" y se quedaron con la curiosidad de ver si  apagaba las luces y cerraba el aeropuerto cuando se iba.

Ciudad del Este en 2003
No recuerdo cómo hicimos el viaje de Foz de Iguazú a ciudad del Este. Seguro fue en un "remis" que nos facilitarían en el hotel. Lo que si recuerda Maricarmen es que el paso de Brasil a Paraguay ha sido la aduana más pesada que ella recuerda en su vida y la verdad es que es raro en esa dirección y no al contrario y os cuento:
Ciudad del Este ,antes Puerto Presidente Stroessner, y siempre una ciudad del Oeste, con pistolas y todo. Cuando se crea la ciudad, pocas personas se aventuraron a instalarse en la región debido a las inhóspitas selvas que la cubrían, pero tuvo un gran despegue económico con la construcción del puente en los años 60, se consolidó la economía local y se urbanizó rápidamente.
 Es una de las ciudades más cosmopolitas del mundo; en la zona viven muchos inmigrantes de diversas nacionalidades como chinos, árabes, hindúes, etc. y como le ocurrió a Foz de Iguazú se desarrollan por la necesidad de apoyar la construcción de Itaypú, en los años 70/80.
En aquellos años, e incluso en los 90, el PIB de ciudad del Este era el 50% de todo el PIB del Paraguay, siendo la tercera ciudad del mundo en cifras de negocio.
El secreto de este movimiento está en que Ciudad del Este está libre de impuestos, por lo que todas las mañanas los camiones de Brasil y Argentina pasan el puente cargados de mercancías y por la tarde regresan miles de autobuses cargados de turistas argentinos y brasileños que compran sus productos nacionales más baratos que en su país y los del resto del mundo, libres de impuestos.
Si observáis en la foto, la calle del fondo está llena de gente, tan llena que cuando llegamos alli no podíamos pasar , tenías que ir empujando y avanzando totalmente rodeados de gente queriendo venderte. Te atropellan, te machacan, te desesperan, pero eso era entonces, hoy es más tranquilo pues "la receita brasileña" (aduaneros)  hace unos controles tan duros que desincentivan a los "sacoleiros" (gente que vive de pasar de contrabando, en sacos a la espalda) y que tienen que cumplir con  un tope limitado de compras bastante bajo que se aplica a cualquier persona, sea sacoleiro o turista.

Raya divisoria entre Brasil y Paraguay en el Puente de la amistad.
Forma parte de la zona conocida como la Triple frontera,  donde contacta la soberanía paraguaya con la brasileña —en Foz de Iguazú—, y con la soberanía argentina —en Puerto Iguazú— aunque el punto exacto donde coinciden las Tres Fronteras está 120 kms. al Oeste donde desemboca el Iguazú en el Paraná. 
Lo difícil fue encontrar el momento para la foto pues los dos carriles van un coche, autobús o camión pegado al anterior y al posterior y en las aceras laterales los turistas y sacoleiros no dejan un centímetro libre. O no se podía pasar entonces, porque hoy no sé como queda el tránsito pues los brasileños han puesto en frontera hasta el ejército, apoyado con blindados, para controlar el contrabando de lugar. Allí puedes comprar desde unos calcetines hasta un misil ruso. Las ametralladoras pesadas recuerdo haberlas visto expuestas en los escaparates de las armerías.
Muy cerca de la entrada en C. del E., una vez pasado el puente, hay una casetilla donde venden sus productos los indígenas Maka. Son unas cincuenta familias que viven de la artesanía y residen en un Villa, en el centro de la ciudad, cedida por la Municipalidad. Viven hacinados y cuentan con una pequeña escuela aunque los niños se ven la mayor parte del tiempo vendiendo sus artesanías por la calle.

Esta foto nos la hizo Lincoln, nuestro guía. Al fondo el Paraná
Al valor testimonial de la foto estriba en que el restaurante tiene como fondo el Río Paraná.
El Paraná es un río de América del Sur que atraviesa la mitad sur del subcontinente y forma parte de la extensa cuenca combinada del Plata.
Esta cuenca recoge las aguas de la mayoría de los ríos del sur del subcontinente, como el Paraná, el Paraguay, el Uruguay, sus afluentes y diversos humedales, como el Pantanal, los Esteros del Iberá y el Bañado la Estrella . Es la segunda cuenca más extensa de Sudamérica, sólo superada por la del río Amazonas.
La unión de los ríos Paraná y Uruguay forman el estuario denominado Río de la Plata, donde el Paraná desemboca en un delta en constante crecimiento, producto de los sedimentos que aportan, principalmente, los ríos Paraguay y Bermejo. La cuenca del Paraná se compone de dos subcuencas: las cuencas de los ríos Paraná (1.414.132 km²) y Paraguay (1.168.540 km²). El conjunto comprende las cuencas de los tributarios andinos de estos, como el río Bermejo y el río Pilcomayo. En tan enorme extensión se pueden encontrar distintos ambientes acuáticos naturales. (sic)


Pescados del Paraná.
Vemos tres enormes "dorados" y dos "surubíes": para mi estos últimos son los mejores pescados de toda la cuenca del Plata, a pesar de que los "pacúes", de los que hablaremos al llegar al Chaco, tienen un sabor muy especial, bien preparados a la brasa. Hablando de surubíes recuerdo que cuando llegué por vez primera al Chaco paraguayo había, cerca del rio Paraguay, unas casitas de pescadores donde varias veces vi colgados, de unas grandes cuerdas a tres metros de altura,  unos surubíes que les faltaba muy poco para rozar el suelo con su cola. Hace tiempo que ya no se ven esos peces tan enormes y es que la pesca industrial de los brasileños, en este río, está esquilmando las pesquerías y desde hace unos años se ha establecido una veda biológica en toda la cuenca, para poder preservar las especies.
Los que vemos en la foto son de la misma especie "surubí manchado" que las del río Paraguay (que se une al Paraná para formar el Plata) y aunque más pequeños que aquellos tienen un gran valor ecológico ya que después de construir, aguas abajo, la presa de Yaciretá, cortaron a estos y a otros peces el acceso al Brasil. Sin embargo, con posterioridad sé que han construido un "ascensor" para peces, en la represa,  que yo no he visto pero la prueba evidente que funciona es que donde estábamos se pescaban.

Manta-Raya del Paraná de 250 kgs. de peso
Existen varios cientos de especies de peces en el Paraná pero me parece oportuno destacar esta foto del 2011 donde se ve al pescador con la enorme manta-raya y aguantando el aguijón venenoso que tiene al final del rabo. Un descuido puede acarrear la muerte rápidamente. De las distintas especies de reptiles, yacarés, tortugas, lagartijas , víboras y culebras ya tendremos ocasión de comentar cuando entremos de lleno en el Chaco, ya que como hemos dicho antes la fauna no es exactamente la misma pero comparten la mayor parte de las especies..

Vista aérea de Yacyretá. Muro de la izquierda Paraguay. Wikipedia
Yacyretá se proyecta mientras se construye la de Itaypú. Como es otra obra binacional, entre Argentina y Paraguay, las condiciones para la construcción son similares a la Brasileño-paraguaya, si bien la negociación del precio de venta de la energía sobrante no tiene el trato leonino de la brasileña. Pero aún así en estos días he leido una noticia, de ABC Color de Asunción, que López Perito, hombre fuerte hoy en Py. y "factotum"- nombrado por Lugo (el presidente)- para el control de las binacionales, pide que se condone las deuda de 9.000 millones de dólares generada por los intereses del dinero que le correspondía poner a Paraguay y que le prestó Argentina.

Represa de Yacyretá en pleno funcionamiento. Wikipedia
Esta gran represa, situada también entre las mayores del mundo, en cuanto a generación de energía, está situada unos cientos de kilómetros aguas abajo de Itaypú. Unos de sus problemas es que para que esté a pleno rendimiento hidroeléctrico el agua debe llegar a la cota 83 (msnm. metros sobre el nivel del mar) y con esta cota quedarán hanegadas gran cantidad de tierras tanto en la margen paraguaya como en la argentina. Llevo años leyendo (diariamente leo ABC Color, desde que tengo acceso a internet) los problemas de los barrios bajos de Encarnación que cuando sube el nivel de la cota ochenta tienen que abandonar casas y comercios. Creo recordar que para este año o el próximo debía quedar ya estabilizada la cota 83, lo que ignoro es si les habrá llegado el dinero de las expropiaciones, pero que tienen que abandonar sus propiedades, de eso no les quepa ninguna duda.
Para finalizar el aprovechamiento del tramo del Paraná, desde Saltos del Guairá hasta la confluencia con el río Paraguay, faltaría construir la represa de Corpus Christi, cuya ubicación entre Itaypú y Yacyretá todavía no esta definida, pero parece que debe quedar sobre la cota 105 (msnm) para que pueda contar con el máximo aprovechamiento de generación eléctrica.

Elias Hernandez y Pepe en Yacyretá.
Este par de fotos, con mi apreciado amigo Elias Hernandez son de año 1995, cuando Elias viaja  a Paraguay por temas de su empresa y aprovechamos su viaje para dar una vuelta por toda la zona Sur-oriental del Paraguay con el fin de ver las posibilidades agrícolas del País. Elias no llegó ni siquiera a plantearse un primer estudio del terreno pues no le apetecía entrar en una colonización, al estilo de las Marismas;  partiendo de cero. Tiempo después supe que Arrocerías Herba, Ebro, o alguna de las empresas relacionadas tenía intereses arroceros en Uruguay, mas como no es tema de mi incumbencia no he profundizado nunca en estos intereses arroceros de Herba en Sur-américa.
Por cierto que nos quedamos a dormir en Encarnación y por la noche pasamos la frontera para ir a cenar a Posadas, que por aquel entonces tenía muchos más sitios apropiados para escoger una buena cena. Y  otra anécdota de aduaneros: cuando pasamos por la aduana argentina, dirección Posadas, nadie nos nos hizo ni caso, pero al volver, un par de horas más tarde nos paran y nos dicen que nos habíamos colado sin sellar el pasaporte. Miraron mi pasaporte y empezaron a "mamonear" pues yo tenía innumerables entradas y salidas entre los países limítrofes y me preguntaban si era medio-paraguayo y porqué tenía tantas entradas y salidas. Que a qué me dedicaba. No recuerdo muy bien toda aquella conversación kafkiana, pero si recuerdo que llegado un momento, Elias entró en escena y dijo que él era un Español de España y que estaba harto de tanta estupidez, que llamaran al jefe porque no íbamos apagar multa, "coima", por su propia incompetencia. Nunca había visto a Elias tan enfadado y eso que hemos tenido algunos encontronazos serios, pero siempre muy correctos, que es lo que alli se estaba evaporando, la seriedad y la cortesía, pues la impertinencia de los aduaneros rallaba en la descortesía descarada y desvergonzada. Pero se quedaron con dos palmos de narices, salimos sin pagar "el impuesto internacional aduanero de auto-embolsillado". Y que ningún aduanero se me enfade pues declaro aquí que no todos son iguales; pero que hay extorsionadores, "haylos" y yo me he tropezado demasiados en ese continente y en otros lugares; prepotentes.

Compuertas en el muro de Yacyretá.
En aquella fecha no llegaba el agua a esta compuerta, hoy estoy seguro que estarán cerradas y el agua podrá fluir libremente para regar todos los cientos de miles de hectáreas que sean capaces de transformar los paraguayos. Pero viendo la animosidad, en contra, de muchos paraguayos que prefieren conservar la naturaleza tal como ha sido siempre a impulsar un desarrollo controlado, estas tierras estarán más o menos igual que cuando las visitamos, a excepción que los "brasiguayos" hayan pasado ya por alli, transformando a "troche y moche". Nos pasamos de Guatemala a Guatepeor.
Los brasiguayos es el nombre que recibieron los agricultores brasileños, que desplazados por el agua de Itaipú, con el dinero de la expropiación, compraron tierras en el lado paraguayo que eran mucho más baratas que en su país. Hoy están muy "contestados" por los sintierra paraguayos que les encantaría les quitasen sus tierras y se las repartieran gratis, pero gracias a ellos, Paraguay en 20 años ha pasado de ser "absolutamente nada en agricultura" a ser el cuarto exportador mundial de soja.

Este es el hotel que nos quedamos en el 94 y el Mitsubishi que nos había dejado Ángel Cávanagh.
Esta foto que corresponde al viaje que hicimos con Otilia y Olavo corresponde al hotel en que pernoctamos en Encarnación. Y menciono el coche porque realmente la generosidad de Ángel Cávanagh porque  no sólo nos dejó un bungalow que ya veréis cuando lleguemos a Asunción sino que además, como él y su esposa María estaban en Bs.As.,   también nos dejaron su coche. De esta forma pudimos hacer nuestro viaje de celebración de las Bodas de Plata, que difícilmente hubiésemos podido realizar.

Playa de Encarnación. Foto ABC Color

Y esta playa no es del Mediterráneo, del Atlántico ,ni del Pacífico, pertenece a la ciudad de Encarnación y a la orilla del Paraná.
No todo iba a ser negativo con la construcción de la represa de Yacyretá, ya que la binacional ha financiado su "costanera", paseo fluvial, que es precioso y aunque no lo conozco, pues es de muy reciente creación, si lo he viso en fotografías y también es evidente que la playa goza de una gran aceptación.
Plaza de Encarnación.
Aquí estamos sentados, haciendo tiempo hasta que llegue la hora de subir al autobús para viajar a Asunción. Minutos antes de la foto había estado en un locutorio, frente al banco donde estamos sentados, para hablar con nuestras hijos y los hijos de Angel y Amparo. Entonces no llevábamos los ordenadores portátiles ni tampoco los móviles ya que no sabíamos siquiera qué era el roaming ni el 3G, ni lo echábamos de menos. Hoy ni se me ocurre irme de viaje sin el portátil para estar conectado, gratis, diariamente con la familia.
El día anterior habíamos visitado las Ruinas Jesuíticas de la Santísima Trinidad que considero que merecen capítulo a parte ya que el esfuerzo de los Jesuitas por evangelizar a los guaraníes es digno de ver y comentar en profundidad